11 octubre 2010

Facebook nos bloqueo y nos vemos forzados a mudarnos.

Somos el mismo grupo de ciudadanos que el TeaParty España. Hemos tenido que cambiarle el nombre al movimiento ya que casualmente (o causalmente) nos han borrado de Facebook pese a no infringir ninguna de sus normas.

Pues eso, a partir de ahora seremos el movimiento '¡Viva la Pepa!' y nuestra dirección será 
http://movimientovivalapepa.blogspot.com/.


¡Muchas gracias!
De nuevo la falacia socialista: “La situación inmobiliaria actual fue provocada no por nuestro gobierno, sino por Aznar con su Ley de liberalización del suelo”.

Hoy, en un programa de Antena 3, he tenido la oportunidad de asistir al espectáculo risorio que representa entrevistar a la Sra. Chacón, ministra de Defensa y anteriormente Ministra de Vivienda.  Durante la misma, he comprobado una vez más la errada argumentación socialista y si he de destacar algún argumento que especialmente ‘me haya llegado al corazón’ éste sería el de: “La situación inmobiliaria actual fue provocada no por nuestro gobierno, sino por Aznar con su Ley de liberalización del suelo”.

No entraré a valorar la forma pataleta de intentar hacer política, propia de niños de guardería que se acusan mutuamente con el ‘y tu más’. Tampoco cuestionaré a la emisora del mensaje, que casualmente es la anterior Ministra de vivienda.

En lo que me voy  a centrar en examinar es simple y exclusivamente en el contenido argumental, que aunque sea de risa, es digno de analizar pues es algo que los socialistas repiten constantemente como chivo expiatorio.

En primer lugar, la ley denominada ‘liberalizadora’ de suelo fue bloqueada  y suprimida por el Tribunal Constitucional en el año 2001, por la invasión de competencias autonómicas y municipales. Es decir, que de esta ley nunca se pudo sacar conclusión alguna, pues los mismos datos nos dicen que las viviendas construidas se incrementaron de una manera natural (ajuste oferta-demanda) . Sin embargo, el boom comenzó en 2002 (con la ley ya derogada por el TC), cuando se dobló el número de viviendas construidas.

Segundo, de ahí, podemos razonar fácilmente que no fue la ley de Suelo del 98 la que inicio esta burbuja sino otros factor como la expansión crediticia iniciada en Estados Unidos para tratar de frenar los efectos de la crisis puntocom.

Tercero, la ley de Suelo pretendía llevar a cabo una simplificación burocrática para que todo suelo fuera edificable salvo en algunos sitios definidos previamente en los que estaba expresamente prohibido. Esto hubiese evitado  las distintas prebendas que se dieron, ya que para construir en un lugar se necesita el ‘OK’ del alcalde de turno algo que sin duda da una gran puerta abierta a la corrupción urbanística.

Cuarto, ‘desmantelado’ al completo el argumento de la liberalización de Suelo,  tenemos que recordar a la Sra. Chacón algunos datos que la dejan a la altura del betún y que muestran su gran hipocresía. Durante sus cuatro años al frente de Vivienda, se construyeron en España aproximadamente un 70 % del total de las construidas en los ocho años en los que gobernaba el Partido Popular. No está nada mal, ‘Señorita’ Chacón.

Y quinto, la burbuja inmobiliaria nunca podría causarse por dar a los individuos un poco más de libertad de elección. Toda sobredimensión se origina por el crédito barato turno no respaldado por el ahorro real que ofrece Banco Central de turno, y que cuando explota revela una gran crisis que es la que hogaño nos toca vivir por culpa de estos seres que se creen con el conocimiento suficiente como para arreglar nuestras vidas a través de sus ilógicas regulaciones.

Roberto Arranz

02 octubre 2010

"Fracaso sindical, éxito civil", el resultado del 29-S.

Si alguna conclusión podemos extraer de esta huelga es su rotundo y absoluto fracaso. Pese a que el aparato sindical ha intentado frenar por todos los medios a la sociedad civil con sus coacciones, chantajes y demás malas artes, éste no ha conseguido su objetivo: parar el país. Porque antes de la huelga se sabía que no iba a triunfar, pues el solo hecho del empleo de la fuerza deslegitimiza y elimina toda lógica en la actuación por la conquista de cualquier reivindicación. El ser -supuestamente- racional que utiliza la fuerza para que su movimiento triunfe no es más que un animal que pretende someter al resto a su yugo ilógico. Y esta última frase no es más que la síntesis de una de las principales bases sobre las que se sostienen los totalitarismos.

Sí, considero a todos los seres sindicales animales, pues no capaces de mediante la persuasión de hacer triunfar su reivindicación, utilizan cual ser irracional, la fuerza. Y sí, creo que los sindicatos que tenemos hogaño no son más que asociaciones que promueven valores poco o nada democráticos y garantes de la libertad de cada individuo.

Esto que pienso de manera constante no es que me lo invente, todo se ejemplariza a la perfección con las imágenes que hemos podido ver todos en los telediarios y periódicos. Los anti-sistema que asaltaron las tiendas de Barcelona, los liberados y delegados sindicales dedicados a la labor de paralizar las fábricas e impedir el acceso a sus centros a los que realmente trabajan, el totalitario que llamo ‘fascista’ y otros descalificativos a un señor que simplemente estaba oyendo EsRadio en su propio establecimiento… Miles de ejemplos que caricaturizan más que nunca lo que son los sindicatos y sus representantes. Criaturas que en definitiva se dedican a coaccionar los derechos de libertad de circulación, de libertad para poder trabajar y de libertad ideológica.

Pero reitero, que pese a todo esto, pese a todos los intentos de tratar de parar España, no han podido. No han podido con una sociedad civil cada vez más consciente de lo que está ocurriendo, de cuáles son las ideas que reprimen y cuáles son las otras que impulsan la libertad y el progreso.

Estamos hartos de que unos individuos que se hacen llamar así mismos los representantes de los trabajadores vivan a costa de los más débiles. Estamos empachados de ver los crecientes escándalos que se producen en el ambiente sindical, como que un señor que gana unos 3.500 euros tenga acceso a un doble-ático de VPO o como que haya liberados que únicamente se dediquen a vaguear y a vivir a costa del esfuerzo de sus propios compañeros.

La sociedad civil hemos expresado claramente nuestro descontento y ahora es cuando vienen las preguntas que deben responder nuestros políticos, ¿cuándo piensan poner fin a los privilegios de los sindicatos? ¿Cuándo se pondrán a trabajar en una nueva ley que prohíba expresamente la huelga como ocurre en los países más avanzados?. Estas preguntas, respuestas, significarían un aumento sustancial de nuestra imagen y credibilidad en el mundo ya que supondrían el fin de los privilegios sindicales y la prohibición del huelga y ello ahondaría en una sociedad en la que predominara el mérito y la lógica frente al ‘amiguismo’ y la violencia.

Sin duda un paso al frente que tarde o temprano tendremos que afrontar, pues la sociedad civil, la verdadera ganadora de esta huelga, lo demanda cada vez más y más.





Roberto Arranz